jueves, 27 de octubre de 2016

Cine: Gilda, el recuerdo de la vida de una gran cantante tropical

Natalia Oreiro representa a Gilda, en la biopic sobre la mítica cantante de cumbia.

Por una promesa a cumplir, vimos Gilda, no me arrepiento de este amor. La historia que cuenta la historia de vida de una prominente figura de la música cumbiera popular de los años noventa desarrolla la narrativa en torno al hecho trágico que convirtió en mito a la cantante, como leiv motiv para explicar esfuerzo, éxito y hasta milagros de una mujer que sólo quería cantar y alegrar a su público.

Una convincente Natala Oreiro es quien encarna a la protagonista principal, que lleva el papel de una manera encomiable, secundado por Javier Drolas, que hace de Toti Giménez, el principal sostén profesional de la estrella. Destaca tambien, en el reparto, un Roly Serrano que hace del Tigre, de un oscuro agente del "mundo de la noche" de la música tropical que es de importante peso en la trayectoria de la cantante.

La condición de drama que tiene esta obra lleva a los momentos de cuasi silencio o baja intensidad musical a los que estamos acostumbrados en el cine argentino. Aunque, más allá de que se muestra algunas situaciones un tanto traumáticas, los productores han tenido el suficiente cuidado como para que no impacten tanto y sean aptas para casi todo público, si bien la película es para mayores de 13 años.

La historia engarza los éxitos musicales de Gilda con todas sus situaciones de vida
, desde que ella decidió abandonar su labor como maestra jardinera y dedicarse a ser cantante de cumbia; éste ha sido uno de los grandes aciertos de la película, ya que incide a dar a conocer la obra de la homenajeada. También presenta numerosos flashbacks entre el avance de la carrera y la infancia de la protagonista.

La condición de "santa popular" que le es atribuida a Gilda se demuestra en una situación puntual de la película, lo que indica que dicha devoción ya había comenzado en vida de la cantante. Parte de ello se ve indicado, también, en el seguimiento del público hacia la estrella y en el modo mítico en que la producción ha tenido especial cuidado en detallar el consabido desenlace.

La película resulta interesante, dado que Gilda, dentro del género de la cumbia, se ha esforzado por llevarla a mejores cánones a nivel musical, a pesar de los prejuicios que se tienen en este género. Y ese esfuerzo se ve plasmado para demostrar que alguien que "no era del ambiente" pudo esforzarse, descollar, y no bajar los brazos ante las mil y una dificultades que las que se encontró, sin renunciar a sus principios de vida. Ése es, quizás, el mejor mensaje que deja esta producción nacional.

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